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Heridos leves cuatro policías tras el entierro de la madre de un etarra

Cuatro policías resultaron heridos leves ayer durante los incidentes registrados en Pamplona al término del entierro de Karmele Solaguren, madre del preso de ETA Ekain Guerra y fallecida el pasado lunes, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra. Solaguren, vecina de Barañáin de 57 años, falleció en un accidente de tráfico en Noviercas (Soria) cuando iba a visitar a su hijo, encarcelado en la prisión de Alcalá-Meco (Madrid) por pertenencia a ETA.

El entierro se celebró a las doce del mediodía en el cementerio de Pamplona, donde se habían concentrado unas 400 personas y en el que estuvo Guerra, que había sido excarcelado para acudir al sepelio, agregaron las fuentes.

Cuando Guerra salía del cementerio, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, la Unidad de Intervención Policial "se vio obligada a realizar alguna carga porque les estaban hostigando con piedras y objetos contundentes para dificultar la salida de Guerra del entierro", añadieron estas fuentes. Cuatro agentes resultaron contusionados por el lanzamiento de piedras y otros objetos.

Guerra fue ingresado en la cárcel de Pamplona a las 13.15 para su posterior traslado a la prisión de Alcalá-Meco.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de diciembre de 2004