Cuatro soldados de élite estadounidenses han sido expedientados por maltratar a prisioneros en Irak, según informó ayer el portavoz del Pentágono, Lawrence di Rita. Los soldados, que practicaron descargas eléctricas no autorizadas sobre prisioneros, han sido destituidos de sus puestos en el grupo de operaciones especiales. El Pentágono no ha desvelado el nombre de los expedientados.
Ayer trascendió también que las fuerzas especiales de EE UU encargadas de los interrogatorios en Guantánamo amenazaron a los miembros de la Agencia de Inteligencia para la Defensa (los servicios de inteligencia del Pentágono) que presenciaron los malos tratos y las torturas, interceptaron sus correos electrónicos y les ordenaron que "no hablasen con nadie en EE UU" sobre lo que habían visto, informa Javier del Pino. Estos datos figuran en varios informes oficiales redactados por personal del Pentágono y agentes del FBI que presenciaron las torturas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de diciembre de 2004