Los trabajadores de la factoría de aluminio Alcoa, con sede en Alicante, han congelado las movilizaciones que mantienen desde el pasado noviembre en espera de que la mediación de la Consejería de Empresa, Universidad y Ciencia surta efecto. De hecho, ayer, el responsable de este departamento, Justo Nieto, se reunió con la dirección de la multinacional, si bien el contenido del encuentro, por deseo de las partes, no ha trascendido.
El departamento de Nieto declinó detallar los términos de la reunión y se limitó a comentar que la intención de la dirección "es sacar la factoría adelante", según apuntaron fuentes oficiales de la Consejería. Por su parte, un portavoz de Alcoa, el director de la planta en Alicante, Manuel Ruano, trasladó al consejero la necesidad de "mejorar la productividad" de la factoría. "Alicante precisa una mejora importante en productividad que permita garantizar su futuro en términos de rentabilidad y competitividad", dijo.
Según Vicente Baeza, presidente del Comité de Empresa, el pasado octubre, los directivos "amenazaron veladamente" con cerrar su filial en Alicante y recalificar los dos millones de metros cuadrados, frente al mar en Agua Amarga, que ocupa la fábrica. El anuncio del cierre irritó a los trabajadores que emprendieron una intensa campaña de movilizaciones para defender sus puestos de trabajo, con paros de dos horas los miércoles y viernes del mes de noviembre, y reclamaron la mediación de la Administración autonómica y local para vetar cualquier intento de la multinacional de recalificar el suelo sin adjuntar un plan industrial.
La plantilla advierte de que no consentirá a Alcoa una especulación urbanística a costa del cierre de la factoría [según el Comité de Empresa, el terreno de Alcoa está valorado en 400.000 millones de las antiguas pesetas]. En cualquier caso, los 492 operarios de la mercantil mantienen en stand by las movilizaciones a la espera de conocer con detalle la propuesta de la mercantil.
Los operarios admiten que la fábrica es "obsoleta" y reconocen la necesidad de levantar otra nave. El órgano de los trabajadores confía en la intermediación de Nieto y del alcalde de la ciudad, Luis Díaz Alperi, para solventar el conflicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de diciembre de 2004