El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, informó ayer a todos los departamentos de la Generalitat de que los altos cargos del Gobierno catalán, de la Administración y de los organismos, entidades y empresas dependientes no podrán aceptar ni ofrecer obsequios de valor. En un comunicado interno, Maragall recordó que "las personas al servicio de la Generalitat no pueden aceptar regalos por parte de terceros en consideración al cargo que ocupan o a la función que desarrollan", aunque precisó que esta situación puede darse sólo "si se trata de regalos de cortesía o de escaso valor".
Más laxo se mostró el presidente para referirse a regalos que no atañen directamente a particulares: "En cuanto al ofrecimiento de obsequios institucionales, corresponde a cada departamento decidir su conveniencia". Y aprovechó para lanzar un mensaje para evitar el despilfarro: "En caso de decidir obsequiar, se recomienda aplicar criterios estrictos de austeridad y moderación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 2004