La Inspección de Trabajo ha dado dos meses de plazo a la dirección del Hospital de Orihuela (La Vega Baja), donde un incendio en septiembre obligó a desalojar a 231 pacientes, dos de los cuales fallecieron durante la evacuación, para que instale los sistemas de detección y alarma de fuego en determinadas dependencias. Además, el órgano laboral le obliga también a instalar un sistema de megafonía en el centro hospitalario.
Los requerimientos de la Inspección de Trabajo vienen motivados en base a una denuncia elevada por CC OO ante el órgano laboral por el supuesto incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El sindicato alertó de que el centro hospitalario carecía de medidas preventivas ante situaciones de catástrofe. Según el informe de la Inspección de Trabajo, cuyo contenido fue facilitado ayer por CC OO, señala que "el Hospital no ha realizado una evaluación de riesgos ni planificado la actividad preventiva resultante de la evaluación". CC OO ya requirió este extremo, en mayo de 2003.
El almacén, dependencia que alberga material altamente inflamable y foco donde se originó el incendio, se está equipando con los medios de detección y de extinción de incendios que "no existían" cuando ocurrió el siniestro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 2004