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Sharon comienza las consultas para crear un Gobierno de coalición

Ariel Sharon se encontró ayer en la prensa israelí, tras meses de drama político, con titulares elogiosos -"Sharon, gana"- y frases halagadoras -"Un gran milagro personal"-. Sin perder tiempo, el primer ministro telefoneó a los líderes de los partidos laborista, Simón Peres, y de los ultraortodoxos de Shas, Eli Yishai, y de la Unión de la Torá y Judaísmo, Yaakov Lizman, para iniciar conversaciones, tal vez mañana, destinadas a formar un Gobierno de coalición en 10 días. Sharon parece haber logrado su objetivo de evitar elecciones anticipadas.

El comité central del Likud autorizó en la noche del jueves la negociación con los laboristas tras rechazarla en agosto; la aprobó por 1.410 votos contra 856. Entre los 40 parlamentarios, nueve votaron en contra. Más que un aumento de apoyo al primer ministro pudo el temor a las urnas.

"Esta es una victoria importante en el camino del desenganche

[sinónimo de retirada de Gaza y norte de Samaria]", dijo un portavoz del primer ministro. "Es la solución que esperábamos, pero aún quedan batallas hasta lograr la victoria final", añadió. En un lenguaje menos belicoso, Peres, declaró: "Estamos en el buen camino hacia la paz; no es fácil, pero se trata de un paso en la dirección adecuada". Una prueba de los escollos se vivió ayer en Gaza: cuatro colonos judíos de Nevé Dekalim resultaron ligeramente heridos en la explosión de un cohete y una niña palestina de siete años murió en la respuesta del Ejército israelí.

La negociación para el nuevo Ejecutivo va a ser trabajosa. La vicepresidenta laborista, Dalia Itzik, dijo que su partido desea tener una influencia real y pide varias carteras y a Peres como viceprimer ministro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 2004