El anteproyecto del Código de Buen Gobierno, que ayer estudió el Consejo de Ministros, establece que los altos cargos de la Administración deberán ejercer sus funciones con dedicación absoluta y no podrán compatibilizar su actividad con el desempeño de cualquier otro puesto, ni de carácter público o privado, ni por cuenta propia o ajena, por lo que no podrán percibir ninguna otra remuneración. Tampoco podrán aceptar determinados regalos, favores o préstamos, y deberán abstenerse de ejercer cargos en órganos de dirección de partidos políticos. Se exceptúa de esto último al presidente del Gobierno, los ministros y los secretarios de Estado.
El texto promoverá la imparcialidad e independencia de los altos cargos, la austeridad en el uso del poder, la transparencia informativa y la igualdad ante la ley, e impondrá sanciones de 10 años de inhabilitación para ser nombrados de nuevo altos cargos a quienes incumplan el régimen de incompatibilidades, que afectará también a los presidentes, directores y gerentes de empresas y fundaciones públicas. Sus actividades, bienes y derechos patrimoniales deberán ser publicados en el Boletín Oficial del Estado.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 2004