Existe conciencia del problema, pero la solución parece difícil. ¿Qué hacer con la telebasura? Unos apuestan por regular los contenidos televisivos para evitar abusos contra principios constitucionales como el derecho al honor. Otros consideran cualquier tipo de intervención como una traba inadmisible a la libertad empresarial. La controversia se reprodujo ayer en una jornada sobre telebasura celebrada en Barcelona. El debate estaba convocado por el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), institución que vela por el cumplimiento de la normativa sobre los contenidos en los medios audiovisuales catalanes. Los participantes lanzaron algunas ideas para encarar esta epidemia televisiva. Entre las propuestas planteadas destacaron la necesidad de incluir en los planes educativos asignaturas que permitan a los niños hacer un buen uso de la televisión y la de crear un organismo nacional independiente que señale los contenidos ilícitos, aquellos que atentan contra la dignidad del espectador.
La jornada contó con la participación de juristas que desmontaron los argumentos de quienes se amparan en la libertad de expresión para emitir cualquier cosa. "La libertad de empresa no es una carta abierta a cualquier tipo de producto. La autorregulación es una vía complementaria a la legislación vigente", dijo el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra Marc Carrillo.
Un asunto recurrente en el encuentro fue el derecho fundamental de intimidad de cualquier persona, famosos incluidos. "El derecho de privacidad de los famosos pervive en aquellos aspectos de su vida privada que no quieren hacer públicos", añadió la magistrada del Consejo General del Poder Judicial Monserrat Comas. Los portavoces de las privadas Tele 5 y Antena 3 recordaron que las televisiones son negocios. Muy combativo fue el secretario general de Tele 5, Mario Rodríguez, que exigió cambios en la legislación sobre la responsabilidad de los medios. "Para el consejero delegado de una televisión es imposible controlar todos los programas. Los periodistas deben compartir esa responsabilidad", afirmó. "El problema es dar una utilización crematística a los derechos fundamentales. Las indemnizaciones obvian el daño moral", contestó Carrillo.
El presidente del CAC, Francesc Codina, anunció que el organismo premiará en las próximas concesiones autóctonas de licencias de televisión a los operadores que se alejen de la telebasura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de diciembre de 2004