La AP-7 cuenta con un nuevo carril desde ayer, a su paso por el Vallès. 69.592.659 euros de inversión que ha dado una nueva dimensión a la vía convirtiéndola casi -decía el alcalde de Cerdanyola, Antoni Morral- en "una carretera intermunicipal". Pero la obra ya se ha quedado pequeña y los alcaldes presentes pedían nuevas medidas para el futuro inmediato.
Era algo reivindicado y que ha necesitado tres años de obras, pero ayer los alcaldes de localidades de las comarcas del Vallès Occidental y el Oriental sonreían satisfechos, si bien con nuevas demandas en la cartera. Finalmente se retiraban los últimos conos de las obras del cuarto carril de la autopista AP-7 Montmeló-El Papiol. En total, los dos Vallès han ganado 11 kilómetros de nuevo carril, y cuatro nuevos enlaces.
La AP-7, que cruza Cataluña de norte a sur y por la que diariamente circulan 130.000 vehículos es, a su paso por los dos Vallès, un enlace entre municipios e importantes polígonos industriales. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, explicaba que ésta es una obra que "económicamente Cataluña necesitaba" por la mejora que supone en el tráfico hacia Valencia y el centro de España y por "la conexión entre municipios y polígonos".
Pese a la sonrisa, algunos alcaldes coincidían en que la obra es insuficiente. El Ayuntamiento de Santa Perpètua repartió un escrito en el que denunciaba "la muy deficiente señalización". La concejal de urbanismo de Sant Cugat, Mercè Conesa, pedía que la Generalitat valorase seriamente la construcción del polémico Cuarto Cinturón porque "el paso de mercancías es elevadísimo". El alcalde de Cerdanyola pedía que se pusiese en funcionamiento el tren que unirá los dos Vallès y el Baix Llobregat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de diciembre de 2004