Una amplia operación policial llevó ayer a la detención de al menos 46 personas, en su mayor parte de origen rumano, en las provincias de Valencia y Castellón. Calificada de "muy importante" por fuentes próximas a la investigación, la redada proseguía anoche con diversos registros en los que fueron halladas armas. La operación, llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría General de la Policía Judicial, se dirige a grupos de delincuencia organizada dedicados a la falsificación de tarjetas de crédito, el robo de coches y los asaltos a joyerías, entre otras actividades ilegales.
Mientras se mantenía abierta la intervención policial, los servicios de la UDEV comprobaban si algunas de las armas requisadas en los registros habían sido utilizadas en asesinatos, ajustes de cuentas u otros crímenes
Más de una docena de los agentes que participan en la operación se encontraban, en la mañana de ayer, a las puertas de la comisaría de Castellón, donde custodiaban a una parte de los detenidos. El inusual atuendo de los policías, con los rostros cubiertos por pasamontañas, alertó a los vecinos de la zona y causó intranquilidad en muchos de ellos. La banda actuaba principalmente desde Castellón y contaba con una logística de gran organización. Según fuentes policiales, la operación todavía no se ha cerrado y, sólo en la provincia de Castellón, ha tenido unos resultados de 40 detenidos, aunque no se descartan nuevos arrestos. Las mismas fuentes, que calificaron a los integrantes de la banda de "muy peligrosos", señalaron que la organización ha sido investigada durante varios meses por los presuntos delitos de falsificación de moneda, tenencia ilícita de armas, robos con violencia e intimidación y estancia ilegal con una estructura que tenía su base en la provincia de Castellón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de diciembre de 2004