El Ulker de Estambul se impuso merecidamente a un Tau Cerámica que sólo reaccionó coincidiendo con los minutos finales de un encuentro en el que los otomanos dieron una gran lección en las tareas defensivas y de paciencia a la hora de atacar la canasta baskonista.
Los visitantes, un grupo serio y trabajado a ritmo lento, motivados tras mejorar con dos victorias seguidas una posición en la tabla hasta entonces preocupante, cuajó un excelente primer cuarto a base de mover el balón con mucha paciencia. También le vino que ni pintada la baja por dos semanas del alero Macijauskas -lesionado en una pierna-, ausencia que el Tau notó a la hora de afrontar la pegajosa defensa -tanto individual como en zona- de los turcos, lo que hizo que los locales se atragantaran en muchos momentos: 4-9 en el minuto 5 y 11-18 tres más tarde, para llegarse al término del cuarto inicial con una ventaja de cinco puntos para los de Estambul (17-22).
La máxima diferencia la obtuvo el equipo de Ergin Ataman poco antes de llegarse al descanso, con un 27-39, tras una canasta triple del inconmensurable Serkan Erdogan (27 puntos) -que sorprendió muy favorablemente al ojeador de Atlanta Hawks, Mark Crow-, una auténtica ametralladora ayer en Vitoria. Calderón, que anotó 21 puntos y se fue con la cabdeza gacha pese a unos porcentajes de tiro encomiables (67% en los lanzamientos de dos puntos y 50% en los triples), fue el único que brilló entre los vitorianos.
Los hombres de Ataman tan sólo fallaron en los lanzamientos de tres puntos (4 de 18). De haber acertado en dicha faceta, la confrontación ya hubiera quedado vista para sentencia bastante antes de llegarse al último cuarto, en el que se produjo una racial y encomiable reacción (66-72, minuto 39) de los locales, pero sin llegar a materializarse finalmente en el resultado final.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de diciembre de 2004