La puesta en marcha del testamento vital -las instrucciones en las que una persona refleja su voluntad de no recibir determinados tratamientos ante una enfermedad incurable- en toda su extensión se retrasará hasta el mes de enero. Frente a Andalucía, Aragón, Extremadura, Navarra y el País Vasco, que tienen regulado el testamento vital con detalle, la Comunidad Valenciana está en una situación especial, al haber regulado esta materia, pero no haberla completado, según un informe de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (Asusalud), publicado a finales de octubre.
Fuentes de la Consejería de Sanidad señalaron ayer que ha habido problemas informáticos que han aplazado el funcionamiento del registro de las voluntades y su operatividad hasta el próximo mes de enero. El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, anunció a finales de abril el decreto destinado a que los valencianos que lo deseen puedan dejar por escrito su deseo de no ser mantenidos artificialmente con vida en una situación terminal, un documento, para el que basta el aval de tres testigos y que se archivará en un registro gestionado por Sanidad que permitirá a los hospitales comprobar si el enfermo había emitido sus voluntades anticipadas. Rambla dijo que el funcionamiento completo del registro no estaría operativo hasta seis meses, un plazo que se sobrepasará.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de diciembre de 2004