Como madrileño que reside en Cataluña desde hace bastantes años, me gustaría decir que las desafortunadas declaraciones del señor Carord Rovira a propósito de la candidatura olímpica de Madrid, proceden de un error bastante común entre ciertos políticos y algunos ciudadanos de Cataluña -muy pocos, por suerte-, que consiste en confundir a la Villa con la Corte, o, lo que es lo mismo, al Gobierno central con la ciudad en que aquél tiene su sede. Es como si por estas latitudes nos cabreáramos con el Ayuntamiento de Barcelona, o con los sufridos y heroicos barceloneses, cada vez que el gobierno de la Generalitat, o alguno de sus ministros, conseller en cap incluido, adopta una decisión que nos perjudica o nos molesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de diciembre de 2004