Permítame, señor consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, señor Lamela, darle un pequeño consejo, no malgaste el tiempo de sus funcionarios ni el dinero público en enviar cartas a familias desesperadas por estar en una lista de espera, realmente cuando en mi domicilio abrimos su carta agudizó nuestro sufrimiento, nos hizo sentirnos mucho peor.
La carta iba dirigida a mi marido en espera por una intervención clasificada como urgente, no por mí, por los especialistas médicos.
Pero sólo nos dice que... paciencia. ¿Paciencia, para qué? Paciencia para pedir un préstamo y pagar a un banco la salud que usted nos niega. No juegue con los enfermos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de diciembre de 2004