EL CONSUMO NAVIDEÑO no es el mismo de hace cinco años. Para Edmundo Fernández Puértolas (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España), hay dos factores relevantes: la emigración del universo analógico al digital y el mercado de sustitución. Quien tenía un vídeo, con su cinta y su canesú, adquiere un lector de discos DVD si es que no se atreve ya con el vídeo de disco duro que puede grabar hasta 325 horas (unos mil euros). "El consumidor abandona el mundo analógico y ya nadie compra un lector de vídeo con cinta si no es para seguir viendo viejas grabaciones". La estación de los regalos explica el auge de las ventas, pero no es la única razón. "La bajada de precios en algunos productos es tan relevante que elimina la reparación. Cuando un aparato se estropea, sale más a cuenta, por economía de dinero y tiempo, comprar uno nuevo que acudir a la asistencia técnica".
Los analistas coinciden en dar tres fechas de compra punteras. Setiembre, en vigilias del curso escolar, es un buen momento para los fabricantes de ordenadores, portátiles o de sobremesa. Diciembre acapara el 35%-40% de las ventas del año, y en algunas materias, como videojuegos, llega a suponer el 70% de la facturación anual. Junio y julio es otro buen momento, aunque con un volumen más atenuado. Fernández Puértolas cree que el comprador de electrónica sabe más que hace cinco años. El adulto, porque, en muchos casos, no es la primera vez que compra. Y el joven, porque maneja más información. Por otra parte, el comprador va más confiado. No espera que se repitan experiencias tan desagradables como las que vivió con los vídeos. Hubo quien compró un Betamax y se encontró que desaparecía de las tiendas porque la guerra de los estándares la había ganado VHS. "Esta situación no se va a repetir".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de diciembre de 2004