Dos jóvenes murieron y otros siete resultaron heridos, cuatro de ellos graves, en sendos accidentes ocurridos en la madrugada de ayer en un mismo punto de Pamplona, la rotonda que une la capital navarra con Burlada. En ambos casos los vehículos se salieron de la vía por causas aún desconocidas y cayeron al río Arga.
Apenas 20 metros separan el punto en el que se produjeron ambos accidentes en menos de cuatro horas. El primer siniestro se produjo a la 01.37. Un BMW que circulaba en dirección a Pamplona conducido por J.C.L.T., de 28 años, rompió la valla de protección de la rotonda y cayó al cauce del Arga.
El pasajero que viajaba en el asiento del copiloto, cuya identidad no había sido difundida ayer tarde, murió a consecuencia del impacto. El conductor y los otros tres ocupantes del coche resultaron heridos. Sólo uno de ellos, I.P.S., de 26 años, logró salir del vehículo y del cauce del río por su propio pie, pese a sufrir heridas en una mano y un traumatismo costal y vertebral.
Los bomberos tuvieron que rescatar del coche, que quedó convertido en un amasijo de hierros, al resto de los heridos: J.O.C., de 29 años, vecino de Ansoain, que presentaba politraumatismos torácicos y abdominales; R.B.D.A., de 25, vecino de Pamplona, con politraumatismos, y J.L.C.T., de 28, el conductor, que padecía traumatismo craneoencefálico. Estos tres últimos jóvenes permanecían anoche hospitalizados en estado grave, el primero en el hospital Virgen del Camino y los otros dos en la UCI del Hospital de Navarra. En este mismo centro se hallaba en observación I.P.S.
Menos de cuatro horas después (a las 05.15) y a apenas 20 metros del lugar del primer suceso, un Renault Clio en el que viajaban cuatro personas, entre ellas dos chicas de 14 y 16 años, se salió de la calzada cuando iba hacia Burlada, rompió la valla de protección y cayó a la orilla del Arga. El vehículo se llevó por delante 15 metros de valla protectora y se empotró contra un muro próximo al cauce. El lugar es una calzada de cuatro carriles, con dos direcciones en cada sentido, en la que los vehículos suelen circular a gran velocidad.
Tres de los ocupantes del coche salieron despedidos por el impacto y el cuarto quedó atrapado en su interior. El conductor, A.B.M., de 22 años, vecino de Burlada, fue trasladado a la UCI del Hospital de Navarra, donde moría a las 11.30 por un traumatismo craneal severo. Una de las menores quedó ingresada en estado grave en la UCI del Hospital de Navarra, mientras que la otra menor y un joven de 21 años sufren heridas menos graves.
Manuel Ruiz, portavoz de la Policía Municipal de Pamplona, subrayó que tras el primer accidente la calzada quedó perfectamente limpia y recordó que los siniestros se produjeron en una noche durante la que cayó una fina y constante lluvia que hacía peligrosa la circulación. Este hecho, unido a que en la noche del sábado miles de vecinos de Pamplona festejaron la Navidad con abundantes cenas estudiantiles y de empresa hicieron a la Policía Municipal reforzar los controles de alcoholemia y la vigilancia de la red viaria de la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de diciembre de 2004