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Medio Ambiente controlará e identificará los animales de compañía y de caza

Tener un animal de caza o de compañía comporta obligaciones. Para con el animal y para el resto de ciudadanos. Y una de esas obligaciones es que esté debidamente identificado. Otra, no abandonarlo cuando represente un incordio para el propietario. El Departamento de Medio Ambiente puso ayer en marcha una campaña para controlar el comercio y la tenencia de animales de caza y compañía, consciente de que la moda de convertirlos en objetos de regalo tiene consecuencias nefastas incluso sobre el medio ambiente.

Hay bichos que difícilmente pueden ser catalogados como "de compañía" pero que, por una moda extraña, algunas personas compran y luego abandonan en plena calle, entre otros, serpientes, tarántulas, escorpiones, que resultan perjudiciales para las personas y para las especies autóctonas.

No menos perjudiciales resultan los perros y gatos abandonados en pleno bosque, que acaban asilvestrados y depredando a la fauna del lugar. Y eso ocurre tanto con animales de compañía como de caza, cuando los lebreles ya no son útiles al cazador.

Medio Ambiente anunció ayer medidas de control sobre criadores de perros de caza y sobre tiendas de venta de animales, así como un seguimiento de los anuncios de particulares que son criadores clandestinos de animales para su comercialización y de identificación de los animales. En la operación participarán casi 150 agentes rurales, en colaboración con los ayuntamientos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de diciembre de 2004