George W. Bush envió ayer un mensaje de confirmación a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y mostró la confianza plena en su labor al frente del Pentágono. Los elogios de Bush parecían redactados con el Capitolio como destinatario; varios senadores republicanos han pedido la dimisión de Rumsfeld en los últimos días.
Según el presidente, Donald Rumsfeld "ha hecho un buen trabajo", aunque reconoció tácitamente las divergencias con congresistas: "Irá al Capitolio a explicar las decisiones que ha tomado. Y creo que en la nueva legislatura los miembros del Senado y la Cámara de Representantes reconocerán el buen trabajo que está haciendo".
El presidente restó importancia a la última polémica en torno al secretario de Defensa, que usó un tampón para no tener que firmar personalmente las cartas de pésame enviadas a los familiares de soldados muertos en Irak: "Conozco al secretario Rumsfeld", dijo el presidente, "y he oído la angustia en su voz y he visto sus ojos cuando habla de los peligros en Irak a los que están sometidos los jóvenes soldados. Es un buen hombre. Se preocupa por los demás", aseguró. Según George W. Bush, bajo los modales "toscos y bruscos" hay "un gran ser humano".
A diferencia de George W. Bush, la mayoría de los estadounidenses, un 52%, desea que el secretario de Defensa dimita, según una encuesta encargada por la cadena CNN a la empresa Gallup.
Sólo el 36% estima que Rumsfeld debe conservar su puesto, según la citada encuesta difundida ayer. La popularidad de Donald Rumsfeld en Estados Unidos, ha caído del 71% al 41% desde la caída del régimen de Sadam Husein hasta ahora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de diciembre de 2004