Carlos Limiñana, alicantino de 74 años, es técnico en electrónica y radioaficionado. Su hija, María del Carmen, es médico. En 1995 ella se encontraba en Ruanda trabajando en el hospital de Nemba cuando estalló el conflicto armado en los grandes lagos. Un grupo de voluntarios que colaboraban con otras ONG en la zona vieron los problemas de comunicación del personal sanitario e instalaron un par de antenas de radio. María del Carmen lo explicó en casa y poco después nacía Radioaficionados sin Fronteras, una organización formada por 80 socios cuyo objetivo es "ayudar a los que ayudan", que preside su padre.
Desde entonces han desplegado emisoras en más de 60 ocasiones en misiones y hospitales de África, Asia y América Latina. En Camerún, por ejemplo, "instalamos emisoras en el hospital, en las ambulancias y en el coche y la casa del médico. También instalamos placas solares en la selva para que los poblados tuvieran energía. Evitamos los fallos de corriente y así pueden contactar con el hospital. De paso, los cooperantes y los misioneros hablan con sus familias". Para ello, en España, tienen 4 emisoras que atienden las 24 horas las peticiones que llegan de fuera.
RSF: www.rsf-rwf.org
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de diciembre de 2004