El despliegue de medio centenar de policías, apostados en los nueve accesos de la plaza Mayor desde las siete de la mañana, frustró ayer la tradicional fiesta de Navidad que los estudiantes llevan años celebrando el día que les dan las vacaciones. Pocos se acercaron a la plaza, y la mayoría se retiró después de que los agentes registraran sus mochilas en busca de alcohol. Sólo los paseantes habituales y los turistas tomaron la plaza. En la imagen, alumnos de un instituto de Cuenca, de excursión en Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de diciembre de 2004