El Congreso aprobó ayer por unanimidad y de forma definitiva la Ley Integral contra la Violencia de Género. La norma, pionera en Europa y uno de los proyectos estrella del Gobierno socialista, pone en marcha una amplia batería de medidas penales, judiciales, educativas y laborales para atajar la lacra de la violencia machista, que sólo este año ha matado a 70 mujeres en España. "Es un triunfo de las mujeres y un poderoso instrumento contra la dominación que sufren", afirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presente en la votación.
La ley entrará en vigor en enero, aunque dos medidas clave se demorarán seis meses: la creación de juzgados especializados y el agravamiento de penas para hombres. Este punto ha sido el más controvertido, ya que permite condenas más altas para hombres que para mujeres por el mismo delito (coacciones, amenazas, maltrato y lesiones).
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de diciembre de 2004