Las universidades catalanas han seguido los ruegos del consejero de Universidades, Carles Solà, y han rebajado sus peticiones de nuevas titulaciones para 2005- 2006. Si en un principio los centros habían solicitado más de 30 nuevos estudios, finalmente la cifra se ha quedado en 14. Solà había advertido en diversas ocasiones que la demanda de los centros debía frenarse ante el descenso demográfico y el cambio radical que sufrirá el sistema con la puesta en marcha del espacio europeo de educación superior en 2010.
Solà reconoció ayer que su departamento ha favorecido las peticiones de los centros no metropolitanos "para garantizar el equilibrio territorial" y manifestó su "satisfacción" por el espíritu de colaboración entre los centros. Este es el caso de la Universidad de Lleida y la Rovira i Virgili, que compartirán la carrera de Biotecnología.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de diciembre de 2004