La Audiencia de Alicante ha condenado a penas que suman 13 años de cárcel y multas de hasta 5.670 euros a tres acusados, dos de ellos funcionarios de la Oficina de Extranjería y otro individuo que se hacía pasar por abogado, por estafar a un centenar de inmigrantes clandestinos mediante falsas tramitaciones de permisos de trabajo y de residencia de extranjeros.
El fallo inhabilita, además, para empleo público a los dos funcionarios que, entre 2001 y 2003, en colaboración con el tercer procesado, simulaban la tramitación de expedientes de residencia y trabajo a inmigrantes ilegales, especialmente a mujeres que trabajaban en locales de alterne.
Este tercer procesado, que simulaba ser abogado ante los inmigrantes, concertaba con ellos citas en bares y cafeterías de Alicante. Allí, se ofrecía para gestionarles, a cambio de entre 300 y 350 euros, la concesión de un documento sellado por las oficinas de extranjería que, según garantizaba a las víctimas, legalizaría su situación en España y evitaría su expulsión por un año. El acusado se desplazaba hasta las oficinas de Extranjería de Alicante y presentaba el ejemplar de solicitud a los dos funcionarios, que de forma indebida sellaban el documento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de diciembre de 2004