Solo. Así va a pasar la Nochebuena Juan Cruz, de 40 años. También la Nochevieja. Es recepcionista nocturno en el Albergue Juvenil Proyecto San Fermín, en el barrio del mismo nombre (distrito de Usera). Desde las cero horas del 24 hasta las cero horas del 26 -y desde las mismas horas del 31 al 1 de enero- el establecimiento se cierra al público y él se queda a guardarlo.
Pero no le preocupa en absoluto, afirma, pasar esas fechas trabajando. "Para la noche en recepción nos turnamos, por semanas, dos personas. Así acumulo días que, sumados a las guardias de 24 y 31, me van a permitir irme tres meses a la Patagonia [Argentina]". Va a "caminar por el monte", que es su verdadera pasión. De hecho, su horario en el albergue también le permite dedicarse a su empresa de actividades de montaña.
Juan admite no tener ninguna atracción por las celebraciones navideñas. Su madre, que vive como él en Valdemoro, ya lo tiene asumido, y su novia pasa esos días con su propia familia. Así, en Nochebuena y Nochevieja, Juan realizará las tareas propias de su trabajo, que no le "llevan mucho tiempo", y quizá reciba alguna visita de su novia o de algún amigo durante las largas horas muertas. Por lo demás, "como cualquier otra noche de trabajo", Juan procurará "no aburrirse mucho".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de diciembre de 2004