Un helicóptero de la Guardia Civil refuerza desde ayer en Fuerteventura la vigilancia de las aguas que efectúan las patrulleras del Servicio Marítimo en previsión de que aparezca una patera a la deriva, con 37 personas a bordo, entre ellas tres niños. Un hombre llamó el lunes pasado advirtiendo que la embarcación navegaba sin rumbo. A esta misma patera se refirieron los inmigrantes rescatados el jueves.
El hecho de que la persona que llamó señalara que no divisaba tierra apunta a que la expedición perdió el rumbo a decenas de kilómetros de Fuerteventura, por lo que incluso podría haber sido arrastrada por las corrientes mar adentro. No obstante, los agentes ampliarán su radio de actuación y prestarán atención a la posible aparición de ésa u otras pateras en apuros.
Además, el cadáver de otro inmigrante, probablemente ocupante de una patera, apareció el viernes en una playa de Gran Canaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de diciembre de 2004