Indiferentes a una catástrofe que se ha cobrado al menos 150.000 vidas, grupos de turistas vuelven a la rutina vacacional en las playas de Tailandia (como ésta de Patong, en la isla de Phuket), ajenos a los trabajos de los equipos de rescate que siguen luchando contra las consecuencias del maremoto. El mundo se ha volcado en ayudar a los damnificados en todo el sureste asiático. Las donaciones alcanzan ya los 1.800 millones de dólares, incluyendo 500 de Japón, 350 de EE UU y 68 de España.
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Editorial en la página 12
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de enero de 2005