La polémica sobre la elaboración de la nueva ley electoral catalana se centra ahora en el tempo de su aprobación. El Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya-Esquerra Unida (ICV-EUiA) la consideran prioritaria, al contrario que sus socios de Esquerra Republicana (ERC).
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, apostó ayer por que el Estatut, la ley de organización territorial y la ley electoral se aprueben "prácticamente a la vez". El primer secretario del PSC, José Montilla, secundó la postura de Maragall y afirmó que estas leyes deben elaborarse "en paralelo" a la reforma estatutaria.
Asimismo, Maragall aprovechó para señalar que "la ley electoral ha de ser básicamente proporcional" y que se llevará a cabo porque están de acuerdo "todas las fuerzas de la mayoría". Y criticó al Gobierno de Pujol con dureza: "La no existencia de una ley electoral es uno de los fraudes políticos más importantes que se han producido durante estos 25 años y es otra muestra de que CiU no se tomó en serio la gobernación de Cataluña", informa Efe.
El consejero de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, también es partidario de dar prioridad a la nueva ley electoral. El ecosocialista, que forma parte de la comisión encargada de la confección de esta controvertida ley, dijo que espera lograr este mes "un acuerdo de principios". Y afirmó: "Como Gobierno, queremos enviar al Parlament un texto articulado y no quedarnos sólo en las bases". Esta postura choca con ERC, que pretende que el tripartito apruebe unas bases genéricas y luego una ponencia redacte la ley electoral.
La portavoz de ERC, Marina Llansana, antepuso "la aprobación de un nuevo Estatut que incluya un nuevo sistema de financiación" a la polémica ley y afirmó que ésta "se puede debatir una vez aprobado" el Estatut. "Es importante pero no prioritario", apostilló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de enero de 2005