Con un mensaje de solidaridad con las víctimas del maremoto del sureste asiático llegaron ayer los Reyes Magos al puerto de Barcelona. Los niños respondieron activamente a la petición del rey Melchor que reclamó una ola de besos al aire para todos aquellos que han sufrido los efectos del tsunami. Unas 375.000 personas, según fuentes municipales, participaron ayer en la cabalgata de la ciudad de Barcelona, este año dedicada al Año del Libro y la Lectura. Sus Majestades prometieron, además de juguetes, muchos libros para que los más pequeños se sumerjan en el universo de la lectura. Un regalo llegó antes de tiempo. Una mujer dio a luz en el interior de la ambulancia en plena plaza de Urquinaona mientras pasaba la carroza del rey Baltasar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de enero de 2005