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OPINIÓN DEL LECTOR

Todos con Pablo

y los miembros del Foro L'Ordana. Sant Joan d'Alacant

El pasado 20 de diciembre, los hijos de Pablo, de tan sólo 10 y 15 años, fueron agredidos en pleno centro de nuestro municipio tras soportar varios meses de amenazas y sentirse amedrentados. Este hecho nos ha horrorizado a todos debido a que recientemente, en circunstancias similares, un niño de semejante edad sufrió actos violentos parejos. Es nuestro deber como ciudadanos y vecinos de este pueblo, Sant Joan D'Alacant, no permanecer impasibles ante estas desagradables circunstancias y mostrar todo el apoyo y solidaridad que esta familia precisa en estos tristes momento, agravados por las fechas en las que nos encontramos, en las que aparentemente lo que debe reinar es la felicidad, el amor, la comprensión y especialmente la paz.

Ayer estuve con el hijo de Pablo, quien el pasado lunes estuvo hospitalizado, y pese a mostrar una bondad infinita, noté que le faltaba la alegría en sus ojos, la sonrisa que todo niño luce en estas fechas que todo se inunda de júbilo y satisfacción. Esta familia vino a nuestro municipio por motivos de salud. El médico así se lo había recomendado. En estos penosos instantes que atraviesan, incluso están barajando seriamente la posibilidad de marcharse y no regresar jamás a un lugar que, sin lugar a duda, asociarán a sufrimiento y dolor.

La familia de Pablo no muestra odio, ni tan siquiera rencor, sólo quiere vivir tranquilamente con felicidad, con ilusión dentro de un entorno pacífico, sin temores.

En nuestras manos está el obtener una convivencia mejor. Hagamos todos un pequeño esfuerzo y esto se verá multiplicado en una ingente cantidad de felicidad que repercutirá sobremanera, en la mejora de calidad de nuestras vidas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de enero de 2005