El pasado 3 de enero, sobre las 13.40 horas, me personé en la Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid con el objeto de notificar un cambio de domicilio, como es obligación de todo conductor cuando es el caso. Se me asignó el número D 252 para la correspondiente ventanilla.
Al llegar a la sala comprobé lo que el papelito del número decía: 148 clientes en espera delante de mí. De las mas de veinticinco ventanillas existentes en la repleta sala de espera a penas había seis de ellas en servicio y el resto vacías. De esta forma la espera fue tediosa.
Terminé mis trámites en torno a las 17.00 horas de la tarde, después de más de dos horas de espera. No sé si esto puede considerarse normal, si es así siempre, si la causa quizás es la falta de personal o si no, a qué se debe tal situación, pero creo que debiera de tenerse un poco mas de consideración hacia los ciudadanos que buenamente se acercan en horario laborable a cumplir con su deber. Escribe un usuario de silla de ruedas y desempleado de larga duración..
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de enero de 2005