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Recortes en defensa

El monumental agujero que acosa a EE UU en sus finanzas públicas y la escalada de los costes en Irak van a pasar factura a Lockheed Martin. El Pentágono se está planteando recortar drásticamente algunos de sus contratos con la compañía estadounidense, principal rival de Boeing en la industria aeroespacial, para poder reducir en 30.000 millones de dólares el presupuesto en Defensa. Northrop se enfrenta al mismo problema que Lockheed.

Los documentos manejados por el Pentágono, desvelados durante los últimos días por la prensa estadounidense, revelan que Lockheed podría perder hasta 18.000 millones de dólares durante los próximos años como consecuencia de este recorte del gasto en la Air Force (Fuerza Aérea). La Administración que preside George Bush se está planteando adquirir menos aviones de combate del nuevo modelo FA-22 Raptor de los que pensó originalmente.

El Pentágono quiere reducir en un tercio el coste del programa del avión de combate supersónico de Lockheed para ahorrar 10.500 millones, lo que equivale a 97 aparatos menos de los 277 que iba a entregar a la Air Force. El coste de cada aeronave se estima en 250 millones de dólares, lo que muchos consideran un precio exagerado. La compañía responde diciendo que no se le ha comunicado nada aún sobre posibles cambios en el programa. Además, se terminará el contrato del avión cargo C-130J y el programa conjunto de misiles aire-superficie. El recorte también afectará al avión de combate F-35. Northrop, por su parte, podría perder una cifra de negocio de 8.000 millones de dólares con la Fuerza Naval, según el mismo documento.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de enero de 2005