El distrito de Fuencarral-El Pardo, que ocupa 24.345 hectáreas, el 40% de la ciudad, tiene un sabor magrebí. En él viven en la actualidad 1.300 marroquíes, si bien el resto de la población inmigrante en Madrid no ha encontrado aún suficientes atractivos para establecerse en esta parte de la capital. La estadística revela que tan sólo un 8,7% de los vecinos de esta zona son extranjeros; y la mayoría de ellos, de nacionalidad ecuatoriana. En algunos barrios como El Goloso o el popular barrio del Pilar el porcentaje se dispara hasta el 13,9% y el 11,3%, respectivamente. La población marroquí, la primera que se instaló en el distrito, suma casi 1.300 vecinos. Muchos de ellos se dedican a la construcción y están ayudando a levantar nuevos barrios, como Montecarmelo y Las Tablas. Otros han elegido los alrededores del centro comercial La Vaguada para ganarse la vida en diferentes negocios.
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Un informe del Ayuntamiento indica que uno de los factores que propició la llegada de inmigrantes a este distrito en los años setenta fue la existencia de solares escasamente visibles que dieron lugar a la instalación de nuevos asentamientos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de enero de 2005