Las autopsias confirmaron ayer que los tres miembros de la familia madrileña hallada el viernes muerta en un piso en Logroño murieron a causa de la inhalación de monóxido de carbono, según informó la Delegación del Gobierno en La Rioja. Los fallecidos son César Tejedor Campomanes, de 67 años, catedrático y escritor de ensayos filosóficos y religiosos como Didáctica de la filosofía; su mujer, Carmen Ajamil García, de 48, consultora internacional y coordinadora de proyectos para la UE y la ONU, y la hija de ambos, Lara, de siete años.
La muerte de las tres personas, ligadas a La Rioja por la mujer, que estaban en Logroño de vacaciones y vivían en el piso de unos familiares, pudo ocurrir hace varios días pero no se descubrió hasta el viernes, cuando los vecinos alertaron a la compañía suministradora al detectar un fuerte olor a gas en la escalera. Sobre las 13.45 de anteayer, los vecinos llamaron a la compañía de gas, cuyos empleados detectaron un nivel de gas superior al normal, por lo que cortaron el suministro a todo el inmueble y llamaron a la policía y a los bomberos, que desalojaron el edificio.
Los funcionarios policiales llamaron a la puerta del piso, el segundo derecha del número 3 de la calle Doctores Castroviejo de la capital riojana, sin obtener respuesta, por lo que decidieron forzar la puerta. Los policías, que entraron en la casa con mascarillas, encontraron los cadáveres (vestidos y sin signos aparentes de violencia), cada uno de ellos en una habitación: la mujer, en un dormitorio acostada en la cama; el hombre, en la cocina, y la niña, sobre el sofá del salón.
El juez ordenó el levantamiento de los cadáveres, que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Logroño, donde ayer se les practicó la autopsia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de enero de 2005