A continuación detallamos algunas de las actuaciones que pueden llevar a cabo los padres para hacer un seguimiento de la educación escolar de sus hijos.
- Establecer rutinas. Los chicos deben saber que han de dedicar un tiempo a sus deberes y que sólo cuando lo han realizado podrán hacer otra actividad. Durante unas horas determinadas toda la familia deberá respetar el hecho de que el hijo está estudiando, no haciendo ruido y proporcionándole un espacio adecuado para que lo haga. Además, los padres deben animar y ayudar a sus hijos a que dediquen cierto tiempo casi todos los días a actividades de lectura, estudio, escritura o música, de acuerdo con la edad. Deben integrar esta costumbre en el horario del niño, de forma que él sepa que es parte de su rutina diaria.
- Supervisar sus tareas. Los padres deben supervisar las tareas del colegio de sus hijos. En algunos casos, pueden ayudarles a hacer deberes, pero si no pueden, porque no saben, no deben angustiarse. Basta con que los chicos sepan que sus padres están ahí y que se interesan por su trabajo. No hay que hacer el trabajo al niño, sino preguntarle cómo cree que puede hacerlo, conducirle, ayudarle a averiguar qué es lo que le está resultando difícil y después hacerle algún comentario positivo para que vea que ha sido capaz de realizarlo.
- Motivar para aprender. Es esencial que el alumno esté motivado. Se le deben programar actividades de estudio que no sean repetitivas y que se puedan relacionar con temas que le interesen (animales, deportes...). "Hay que encontrar cuáles son los factores del fracaso de un alumno y combatirlos. El chico suele responder casi siempre si hay afecto", señala
el catedrático de Política de la Educación de la UNED Manuel de Puelles.
- Inculcar disciplina. Es importante que los padres trasladen a sus hijos la importancia de la disciplina y el esfuerzo. Manuel de Puelles señala: "El chico tiene que comprender que la vida supone un esfuerzo, que las cosas buenas no se regalan, y que ese esfuerzo le traerá una recompensa escolar". De acuerdo a su edad, a los niños se les deben ir imponiendo pautas de comportamiento. "Los modelos que se proponen en la escuela se deben seguir en casa también. No se puede conseguir niños disciplinados si en casa los padres son muy permisivos", añade De Puelles.
- Conocer su entorno. Es recomendable que los padres sepan con qué amigos se mueven sus hijos, pues muchas veces hay chicos que suspenden por un "efecto contagio" de sus compañeros, señala la profesora titular de Orientación e Intervención Psicopeda-gógica de la UNED Consuelo Vélaz. En algunos casos, se le deben proponer otras actividades sin pedirle que abandone a sus amigos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de enero de 2005