He leído el Cuento de navidad que publica en las páginas de Andalucía A. R. Almodóvar. No hace falta hacer fantasía literaria para ofender y llamar "cerdos y cochinos" a las personas. Ya está bien... Defienda sus ideas, critique desde la razón. Ya hemos aprendido a vivir en democracia, pero, por favor, deje las fábulas y cuentos en su más justo lugar y sentido. Ni los anticlericales más eruditos desde Clarín a Eiça de Querioz se atreven a realizar ese cuento tan bien vestido con titular y foto. Ya hay cosas que van más allá del sano derecho a la crítica. Y no me venga con que es un cuento y no hay que mosquearse. La moraleja se le puede volver en contra. Quizás ese cura gordito de la sierra de Huelva o de cualquier rincón de Andalucia pudiera enseñarle mucho de lo que es querer a un pueblo sin ofender como hace usted.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de enero de 2005