"Sufrí la Guerra Civil, y de aquel conflicto fratricida salió mi determinación de luchar para que aquello no se volviera a repetir". Con estas palabras se dirigió ayer al auditorio del Parlament el ex síndic de greuges Anton Cañellas, en un acto de homenaje a su persona. "El indigente, el inmigrante, la mujer maltratada... ésas fueron mis prioridades", dijo Cañellas, quien ejerció su cargo entre 1993 y 2004.
Casi 300 personas asistieron al homenaje de un emocionado Cañellas, que reivindicó haber sido "parte activa de la redacción de la Constitución y el Estatut". El presidente del Parlament, Ernest Benach, destacó su defensa de los "derechos humanos". Y señaló: "Cataluña vive una segunda transición con la reforma del Estatut y el sistema de financiación. Hay que aprovechar la experiencia de Cañellas".
También intervinieron en el acto el síndic de greuges, Rafael Ribó, y el ex defensor del pueblo europeo Jacob Söderman, entre otros. Cañellas forma parte, a petición del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de un grupo de trabajo para la transparencia administrativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de enero de 2005