Nuevamente, este pasado 9 de enero, y como cada fin de semana, los vecinos de Sants hemos tenido que soportar las molestias que ocasiona el fastidioso helicóptero para turistas que una y otra vez, y así durante horas, sobrevuela nuestras viviendas, haciendo un ruido empreñador, por no hablar del riesgo de que un día se nos caiga encima en caso de accidente.
¿Por qué hemos de soportar esto los ciudadanos? ¿Es ésta la Barcelona sostenible que queremos? Sugiero al que quiera tener buenas vistas de la ciudad que suba a Montjuïc o al Tibidabo con transporte público y que deje de torturar al vecindario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de enero de 2005