Algunas zonas de Lleida llevan más de 10 días sin ver el sol debido a la intensa niebla que en muchos casos reduce la visibilidad a apenas 50 metros. La niebla y el frío dan a los campos de cultivo estampas propias de los paisajes nevados. Cuando la niebla es húmeda y las temperaturas se mantienen varios días por debajo de cero grados, se forman capas de hielo que cubren el suelo y las ramas de los árboles. El fenómeno aumenta la sensación de frío, pero es beneficioso para la floración de los frutales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de enero de 2005