Lo que tiene que entender el señor Ibarretxe es que el principal problema no está en una posible independencia del País Vasco.
Lo que nos preocupa a muchos vascos es ponernos en manos de un grupo sectario de personas que se consideran a sí mismas los auténticos intérpretes de la cultura vasca (formulada de una forma mítica), guardianes del genotipo y únicos poseedores y herederos de la identidad vasca, que desprecian e intentan excluir a todos los vascos que no queremos aceptar su ideología y formar parte de su tribu, que han simpatizado frecuentemente con los violentos y que han mostrado numerosas veces falta de solidaridad y compasión por las víctimas, entre las que se encuentran numerosos vascos. Esto sí que nos aterroriza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de enero de 2005