Es vergonzoso y tercermundista el nivel de ayuda de asistencia social que padecemos los ciudadanos en Cataluña en general y Badalona en particular. Y si no que le pregunten a una familia de cuatro miembros del barrio de Bonavista de Badalona, vecinos míos. El padre, de unos 65 años y con una dolencia cerebral grave, falleció el pasado día 10 dejando a su mujer, algo más joven, con problemas nerviosos; la abuela, de 92 años, con demencia senil y sin movilidad, y por último la hija, de 26 años, que trabaja y cuida de todos ellos. Ante dicho panorama, la única ayuda que reciben es la visita de dos horas a la semana de una asistenta social y la promesa de la Administración de ingresar a la abuela en una residencia cuando tengan plazas libres.
La gran ayuda llegará probablemente cuando no lo necesiten. Falta coordinación y voluntad política de las administraciones para ser eficaces en la atención y resolución de estos graves problemas que padecen los ciudadanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2005