La respuesta de la naturaleza, poblaciones vulnerables a causa de la naturaleza, ausencia de sistemas tecnológicos para la detección de tsunamis. ¿Cuál ha sido la causa para que tantas personas hayan perdido la vida? Es sabido por todos que este tipo de fenómenos naturales son detectables con tiempo suficiente para la evacuación de los habitantes del lugar si se dispone de los medios necesarios, haberlos haylos.
¿Por qué siempre que ocurren estas desgracias, quienes salen peor parados son generalmente personas y lugares con infraestructuras deficitarias y con menos recursos, aunque en este caso y por considerarse zonas paradisíacas haya habido víctimas de los considerados países ricos?
Está claro que ya no se puede hacer nada, los hechos son los que son, sólo queda prestar la máxima ayuda posible para así paliar en lo posible el sufrimiento de los damnificados. La Comunidad Internacional se ha movilizado. Organismos internacionales como la ONU llaman la atención de EE UU para que no se demore en la ayuda, los medios de comunicación prestan la voz, la imagen, las notas, los artículos... para que cada persona ponga su granito de arena. Parece que la respuesta ha sido inmediata y efectiva.
¿Hace falta que haya una catástrofe de esta magnitud para que las personas, los países, los gobernantes, las organizaciones internacionales se pongan de acuerdo y aúnen sus fuerzas? ¿Por qué no hacen lo mismo para prevenir estas catástrofes, los conflictos bélicos, el hambre en los países más subdesarrollados, la escasez de los elementos y alimentos de primera necesidad, como el agua, la comida, los medicamentos, en definitiva, la dignidad?
Ojalá este lamentable hecho marque un antes y un después en las conciencias de quienes tienen el poder de decidir sobre el desarrollo de los países más pobres, no sólo en necesidades materiales sino en derechos humanos. Sé que peco de iluso pero yo también tengo derecho a soñar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2005