Un ciudadano alemán, Gerth Müller, fue encontrado ayer muerto en medio de un gran charco de sangre en su yate, atracado en el puerto de Antrax (Mallorca). Su mujer, de la que estaba separado desde hacía un año, también fue hallada en estado muy grave en el camarote del barco.
Según fuentes de la investigación, la Guardia Civil parece haber descartado la intervención de una tercera persona en los hechos, aunque no ha podido aclarar todavía si la pareja se agredió mutuamente, si fue un suicidio doble o si la mujer mató al hombre y luego intentó quitarse la vida. Los investigadores, que no tienen constancia de que se hubieran presentado denuncias entre ellos, están pendientes de la evolución del estado de la mujer para tomarle declaración y aclarar el suceso.
Aunque el forense aún no ha determinado las causas de la muerte de Gerth Müller, de 53 años, las primeras hipótesis apuntan a que falleció desangrado en el camarote del barco, donde vivía. Los hechos podrían haber ocurrido durante la noche, ya que, según algunos testigos, la mujer, de 55 años, había acudido hasta el yate, llamado Kandahar, a buscar algunas de sus pertenencias, si bien nadie escuchó posteriormente gritos ni ruidos sospechosos.
Según informaron fuentes de la Guardia Civil y del servicio del 061, Müller presentaba una herida incisa en el cuello, aparentemente causada por un arma blanca, mientras que su compañera tenía cortes en el cuello y en los brazos. Al parecer, un amigo de la pareja, también de nacionalidad alemana, descubrió los cuerpos sobre las 10.30 de ayer en un camarote del yate.
Una UVI móvil del 061 trasladó a la mujer hasta el Hospital Son Dureta de Palma, donde los especialistas sanitarios la intervinieron quirúrgicamente ayer por la tarde para tratar sus heridas.
La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Palma, Ana San José, se desplazó al lugar de los hechos y ordenó el levantamiento del cadáver del ciudadano alemán y su traslado al Instituto Anatómico Forense, donde le fue practicada la autopsia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2005