La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento ruso aprobó ayer en primera lectura y sin entrar en debates la reforma de la Ley sobre la Situación Legal de los Ciudadanos Extranjeros en la Federación Rusa (FR) y la que regula la entrada y salida de los mismos. Los documentos reflejan dos tendencias imperantes en el país, una negativa y otra positiva.
Por una parte, ciertas modificaciones a estas leyes de extranjería pueden ser interpretadas como un paso más en el recorte de las libertades y la democracia que está teniendo lugar en Rusia. Así, en la Ley de Salida y Entrada en la Federación se ha agregado al menos un punto que permite perseguir a los extranjeros que critiquen las políticas del presidente o del Gobierno. Se trata del artículo 26.10, en el que se dice que se podrá negar la entrada a quienes "hayan cometido acciones de carácter irrespetuoso hacia la Federación Rusa, los órganos federales de poder estatal o los símbolos nacionales; o acciones irrespetuosas hacia los valores espirituales, culturales y sociales históricamente reconocidos en la FR; o acciones que hayan causado un daño material sustancial a la FR" o a su prestigio internacional, u "otras acciones hostiles hacia la FR". Por todo ello, los visados expedidos pueden anularse.
Por otro lado, también hay puntos que reflejan la aspiración de Rusia a una mayor integración en la comunidad mundial y a facilitar el tránsito de extranjeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2005