El monasterio mozárabe único y referencia obligada en todos los manuales de arte de San Miguel de Escalada lleva seis años sin luz, entre otras carencias y deficiencias alarmantes. Las ruinas de la remarcable iglesia paleocristiana de Marialba de la Ribera se pudren entre tierras de labranza. Ambos edificios se encuentran en la provincia de León. La responsabilidad directa de estos hechos recae directamente en la Junta de Castilla y León que es quien no paga los recibos, ni realiza las oportunas obras de consolidación.
Pero los responsables políticos del Gobierno autónomo de Castilla y León, competentes exclusivos sobre el patrimonio de esta comunidad autónoma, están más ocupados en pedir cuentas al Gobierno central porque no cuida cierto patrimonio que, por cierto, no es de su competencia.
La Junta quiere crear comunidad dando lecciones manipuladas a los alumnos sobre la historia de estas tierras que durante siglos estuvieron separadas por algo más que una "y", pero sigue relegando una y otra vez a León y, por supuesto, su patrimonio. A los leoneses nos gustaría que pelearan por nuestros monumentos con el mismo afán que han puesto en el Archivo Nacional de la Guerra Civil sito en Salamanca, que ni está abandonado ni corre peligro de ser destruido. Todo lo contrario de lo que ocurre en León.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2005