Pese a las tensiones de los últimos días, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, no pierde el optimismo sobre el acuerdo en el salario mínimo. Ayer rechazó que esté "roto" el diálogo social al respecto, y aseguró que el Gobierno buscará el mayor consenso posible entre patronal y sindicatos, mediante "fórmulas alternativas". El ministro, que intervino en el pleno del Consejo Económico y Social, añadió que no observa "diferencias de fondo" entre el Ejecutivo y los agentes sociales, pues todos coinciden en garantizar el poder adquisitivo del salario mínimo.
La situación es algo más compleja, a juzgar por las posturas de patronal y sindicatos. La CEOE rechaza la cláusula de revisión en el salario mínimo (permite recuperar el poder adquisitivo cuando los precios suben por encima de lo previsto). Pero esa cláusula figura en el documento que aprobó el Consejo de Ministros. Los sindicatos dan por cerrado el acuerdo y emplazan al Gobierno a aplicarlo.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, consideró ayer "desmesurados" los argumentos de la CEOE contra la cláusula de revisión, que auguran pérdida de competitividad con ese sistema.
Más allá del salario mínimo, la cuestión más urgente por resolver en el diálogo social es el acuerdo de negociación colectiva entre empresarios y sindicatos. Ambas partes se emplazaron ayer a fijar una reunión que permita avanzar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de enero de 2005