El PSE presentará en las próximas semanas un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, de dar por buena la votación de los Presupuestos para 2005, en la que no se registró el voto de la parlamentaria socialista Irene Novales. Esta circunstancia permitió al tripartito sacar adelante sus cuentas contra todo pronóstico. El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, justificó ayer la presentación del recurso porque se ha vulnerado el derecho fundamental que tiene cualquier parlamentario a votar.
El objetivo del PSE no es tanto que el Gobierno se quede sin presupuestos, sino demostrar que Atutxa ha cometido "un atropello" de los derechos democráticos, al impedir votar a una parlamentaria que se encontraba en su escaño.
El Gobierno logró aprobar los Presupuestos en el pleno celebrado el pasado 28 de diciembre gracias a un fallo del sistema electrónico, según el PSE. Novales no pudo emitir su voto a pesar de encontrarse en su puesto porque el sistema no admitía su sufragio. La parlamentaria incluso gesticuló en varias ocasiones para llamar la atención de Atutxa y explicarle lo que estaba pasando. Sin embargo, la versión del presidente de la Cámara es diferente y atribuye lo ocurrido a un fallo de la parlamentaria, que habría introducido tarde la tarjeta de identificación personal que permite ejercer de manera efectiva el voto. El caso es que al no contar el sufragio de Novales, el Gobierno logró aprobar unos Presupuestos que estaban condenados al fracaso, al registrarse en condiciones normales un empate a 37 parlamentarios entre el tripartito y la oposición, lo que hubiera supuesto la devolución de las cuentas al Ejecutivo.
"Tono prepotente"
Los servicios jurídicos del PSE están trabajando en la redacción del recurso de amparo, que estará listo en un par de semanas y que será presentado en nombre del grupo socialista del Parlamento vasco. El razonamiento jurídico se basará en la supuesta conculcación del artículo 23 de la Constitución Española. Este artículo establece que los ciudadanos pueden participar en los asuntos públicos directamente o a través de los representantes elegidos en las elecciones, que a su vez tienen el derecho a poder ejercer el voto.
Ares criticó el "tono prepotente" que ha empleado Atutxa para despachar el asunto, negándose a que la Mesa del Parlamento analice el escrito de reconsideración redactado por los socialistas. "La Mesa, según el señor Atutxa, no puede ejercer la más mínima labor de control o de censura sobre las decisiones del presidente, que sólo puede responder ante Dios y ante la Historia", ironizó. El portavoz del PSE recordó a Atutxa su obligación de someterse al control democrático de la Mesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de enero de 2005