Policías del GEO (Grupo Especial de Operaciones) liberaron en la madrugada del pasado viernes, en un piso del distrito madrileño de San Blas, a un colombiano que posiblemente iba a ser asesinado tras permanecer tres días secuestrado por un grupo de sicarios (dos de ellos colombianos y otro ecuatoriano). El rehén, dueño de un bar de Móstoles, adeudaba 150.000 euros a una red que le facilitó un alijo de cocaína en 1998. Al no hacer frente al pago, los secuestradores supuestamente tenían decidido matarle y después deshacerse de su cadáver. Las investigaciones de la Comisaría General de Policía Judicial, que estaba desde hace meses tras los delincuentes, lograron evitar el crimen.
La víctima fue visitada el pasado miércoles por varios sicarios que le invitaron a acompañarles. El grupo se trasladó después a un piso de la plaza de Cronos, en San Blas, donde el rehén permaneció esposado hasta minutos antes del asalto protagonizado por los geos.
Por otra parte, la policía sorprendió el pasado martes a dos grupos rivales de narcotraficantes marroquíes cuyos integrantes habían quedado citados en una gasolinera de Móstoles. Según la policía, una de las bandas había tramado una emboscada para matar al jefe del clan rival. La llegada de la policía desató un intenso tiroteo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de enero de 2005