En respuesta a los 15 avances que el PSOE considera que reporta la Constitución europea (EL PAÍS, 3-1-2005), a continuación exponemos 15 contra-argumentos:
1. No se trata de una auténtica Constitución surgida de una asamblea constituyente elegida por sufragio universal directo, sino que estamos ante un tratado internacional.
2. La Carta de Derechos Fundamentales no amplía el ámbito de aplicación del derecho de la UE ni crea nuevas competencias (Art. II-111).
3. Los auténticos valores y objetivos de la UE quedan reflejados en el uso de la palabra "competencia", 27 veces, mientras que el concepto "economía social de mercado" sólo se recoge una vez, con la precisión de "altamente competitiva" (Art. I-3).
4. El único mecanismo real de democracia participativa que recoge es la iniciativa legislativa popular que es muy restringida, pues deberá versar sobre las competencias de la UE y no obliga a la Comisión Europea a presentar dicha propuesta.
5. Consolida la preponderancia de la soberanía estatal en la UE, pues sólo una institución, el Parlamento Europeo, es elegida directamente por los ciudadanos.
6. Permite a la UE recurrir a la guerra preventiva y apuesta por el militarismo al crear una agencia armamentística y obligar a incrementar el gasto militar (Art. I-41).
7. Las políticas de cohesión se siguen basando en unos fondos mínimos, mientras se dificulta la armonización impositiva y legal en materia laboral y social.
8. El Parlamento Europeo seguirá sin tener autonomía ni iniciativa legislativa, teniendo una función simplemente consultiva en política exterior.
9. Se niega la ciudadanía europea a los residentes extracomunitarios.
10. Profundiza en la divergencia y las múltiples velocidades entre los Estados miembros al establecerse la posibilidad de toda una serie de cooperaciones reforzadas.
11. Mantiene la paralizante unanimidad para la adopción de políticas fiscales y sociales.
12. No establece una verdadera división de poderes: la Comisión Europea mantiene el monopolio de la iniciativa legislativa a la vez que se refuerza como poder ejecutivo.
13. Los parlamentos nacionales siguen sin tener ningún poder decisorio en la UE.
14. El papel de las regiones, ciudades y municipios sigue siendo meramente consultivo.
15. Se blinda el tratado constitucional, al exigirse la unanimidad de los 25 Estados miembros de la Unión para su reforma, rehuyendo de una asamblea constituyente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de enero de 2005