El informe Juventud en España 2004 constata que uno de los cambios relevantes que se están produciendo en el empleo juvenil es su femenización: el peso de las mujeres entre el total de jóvenes ocupados ha pasado del 39% en 1990 al 43% en 2003.
El salario medio neto de los jóvenes ocupados en general a finales de 2003 era de 784,7 euros. Sin embargo, las chicas ganan un 27% menos que ellos. Los autores del estudio explicaron ayer que este desfase salarial de género no sólo corresponde a razones de discriminación salarial sino que también actúan otros factores. Entre ellos, el hecho de que las mujeres suelen trabajar en sectores donde se paga peor. Y todo esto a pesar de que ellas dedican más esfuerzo y tiempo a estudiar que los hombres: lo hacen más años y en mayor proporción.
Otro de los aspectos destacables del estudio es la percepción que de la violencia juvenil tienen ellos mismos.
Los chicos creen que esta violencia es cierta en un 58%, mientras que las chicas lo aseguran en un 62% de los casos. Ellas se sienten más amenazadas en un gran número de circunstancias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de enero de 2005