Tetsuya Wakuda, japonés de 44 años radicado en Sidney (Australia), repitió ayer visita a la cumbre internacional de gastronomía Madrid Fusión, que se celebra en la capital española por tercer año consecutivo. Este chef asiático, que mezcla en sus platos estilos orientales y occidentales, hizo gala de su amor a los productos hispanos. "Yo siempre uso aceite de oliva", proclamó durante su clase magistral, con el español Sergi Arola como pinche. También manifestó su preferencia por los vinagres de Jerez y alabó las excelencias de los pescados que encontró durante su visita al puerto de Mercamadrid. Salmón y dorada fueron hábilmente mezclados con rúcola, jengibre, sake, algas y hierbas. Todo, para un bocado, y como toque final: tocino de jamón ibérico. Yukio Hattori, fundador de una escuela de nutrición en Tokio y comunicador televisivo, también subió al escenario de Madrid Fusión. El italoamericano Alfred Portale y el malabarista de los postres Pichet Ong trajeron los sabores mestizos de Manhattan. Y un español internacional, el arquitecto Rafael Moneo, recibió el premio Delantal de Oro, patrocinado por la Comunidad de Madrid y diseñado por el modista y bodeguero Roberto Verino. "La gastronomía rompe con la soledad", dijo Moneo, apasionado de la enología y reconocido por su obra en la nueva bodega navarra de Chivite. La cumbre tuvo un recuerdo para las víctimas del tsunami, a quienes irá la recaudación de la subasta de trufas gigantes negra (1.000 euros) y blanca (4.500 euros), compradas por Fruterías Vázquez, de Madrid, y el chef Carmelo Bosque, de Huesca (restaurante Lillas Pastia, con estrella Michelin).-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de enero de 2005